Esme Clemson, una joven de 20 años en Londres, ha pedido desde hace mucho tiempo al Servicio Nacional de Salud de Inglaterra que se le realice la cirugía en la que se reduciría el tamaño de sus senos, pero la petición le es negada una y otra vez. Su intención, según ella comenta no es una cirugía estética, lo que hace, es por llevar una vida normal.
El motivo es claro, sus senos son grandes, tanto que es (32JJ) y no hay brasier adecuado para su talla. Hace poco tuvo un accidente en su trabajo como cocinera, donde uno de sus senos se salió de su brasier y tocó la parrilla caliente.
Luego del accidente abrió un fondo de donaciones para que quien lo desee pueda ayudarle a costear la cirugía “significaría muchísimo para mí. No quisiera darle estos senos a mi peor enemigo. No creo que la gente se dé cuenta de lo grave que es esto. No es una bendición. Mis senos no son alegres, se caen, se caen, tienen estrías alrededor, no son atractivos ni agradables a la vista” expresó Esme en una entrevista a Mirror Uk.
También dijo haber sido sexualizada desde muy pequeña, convirtiéndose en el tema de conversación de hombres y mujeres. Por ello siente tal desconfianza hasta el punto de siempre usar camisetas que le cubran.
