Desde el atraco a una vendedora de fritos para quitarle el producido diario, pasando por el robo de celulares, bolsos, prendas de valor y el asalto de personas que retiran dineros de entidades bancarias, hace parte del pan de cada día en Montería y municipios del área metropolitana.
Los casos son la evidencia de una reactivación de la actividad delincuencial que estaba de ‘vacaciones’ por cuenta de la pandemia, pero que, con el regreso de las actividades sociales, regresaron y están afectando la convivencia ciudadana.
El jefe de investigación criminal de la Policía Metropolitana en Montería, Mayor, Julián Palacios, dijo que el delincuente está aprovechando en gran medida el factor oportunidad, es decir, espacios que por descuido ofrece el ciudadano para el ladrón pueda robarle.
Recomendó evitar espacios solos, oscuros y que el manejo de aparatos electrónicos como celulares, computadores y manejo de dinero, se haga con discreción y evitar que sea en áreas públicas donde el delincuente está haciendo ronda actuar.
Por ejemplo: los que roban celulares no tiene una víctima fija, salen por las calles y al azar donde vean un aparatoso que les llame la atención por su avanzada tecnología, o una persona solitaria con prendas de valor o un bolso del que saca dinero, se lanzan y en cuestión de segundos generan la afectación.
Para el caso de quienes retiran dinero de entidades bancarias, recomendaron el acompañamiento policial para evitar casos de fleteo como el ocurrido en las últimas horas en el barrio La Castelllana, donde una mujer, que había retirado 35 millones de pesos de una entidad bancaria, fue despojada del dinero cuando ingresaba al edificio donde reside.
Al margen de los patrullajes, sistemas de vigilancia privada, cámaras de seguridad y recomendaciones de prevención, la delincuencia común y organizada está reactivada, al acecho y a la espera del fin de año, temporada alta para el comercio y el atracador.
